Aritz Villodas

04.04.2015 00:00
 
 
 
 
- ¿Qué le llevó a hacerse compositor?
 
 
Mi afición al cine. Desde muy pequeño me ha apasionado el cine. Crecí con pelis como E.T., En Busca del Arca Perdida, Los Goonies o El Secreto de la Pirámide. Cada vez que veía esas películas y escuchaba su música, soñaba con hacer algún día una banda sonora.
 
 
 
-  En sus inicios, el piano y el midi fueron parte fundamental en su primera incursión musical. ¿Qué ventajas y desventajas contiene a la hora del proceso creativo?
 
 
Las tecnologías te permiten conseguir unas composiciones muy parecidas a la realidad. Esto es muy útil a la hora de mostrar tu trabajo a los directores, porque, digan lo que diga, muy pocos se imaginan lo que tú tienes en la cabeza hasta que los escuchan orquestado. Hasta ahí muy bien, pero un ordenador nada tiene que hacer contra un músico de verdad tocando con expresividad.
El problema es que en muchas ocasiones las bandas sonoras se quedan en midi, sobre todo por un tema de costes. El resultado es bueno, y si no pueden compararlo con una grabación de verdad dirías que parece "de verdad", pero hay una diferencia considerable.
 
 
 
- ¿Cómo describiría lo que uno siente al componer?
 
 
Lo primero que sientes es miedo ante el papel en blando, pero una vez que las notas empiezan a surgir, todo se va retroalimentando y crece por sí solo. Lo mejor de todo es cuando compruebas como queda esa música con las imágenes. Si ha salido bien, tanto la imagen como la música deberían crecer mutuamente al combinarlas, si no, habrá que empezar de nuevo.
 
 
 
- El corto "Sueños" fue su primera banda sonora. ¿Cómo fue la primera toma de contacto?
 
 
"Sueños" fue un trabajo de fin de curso de unos alumnos de audiovisuales, de los que conocía a un par de ellos. Fue un trabajo muy artesanal y experimental, pero estoy muy orgulloso de cómo quedó. Por aquel entonces ni siquiera tenía un teclado conectado a mi ordenador, por lo que lo hice clickando nota a nota con el ratón. Cada vez que lo pienso, no me creo que pudiera llegar a componer 10 minutos de música así, y encima, sincronizando con la imagen. Fue un trabajo muy laborioso, pero aprendí muchísimo.
 
 
 
- "No me pidas que te bese porque te besaré" del director Albert Espinosa, contiene una banda sonora de enorme belleza. ¿Cómo fue la experiencia?
 
 
"No me pidas ..." supuso mi primer encuentro con una gran orquesta. Fueron muchos meses de trabajo y muchas noches sin dormir. Estaba muerto de miedo el primer día de grabación, pero mereció la pena. Es una de las bandas sonoras que más orgulloso me siento. Alberto contó conmigo desde el principio y me dejó hacer el 99% de lo que yo tenía en mente.
 
 
 
- Hablemos de su último proyecto, "Fuego". ¿Cómo fue el proceso de composición?
 
 
En "Fuego" también comencé a componer sobre guion. Lo más importante era encontrar el tono siniestro y contenido de la película en la música. Tenía que ser una música triste y llena de rabia al mismo tiempo. Inicialmente el director sólo quería música en momentos muy puntuales, pero poco a poco vimos que las imágenes pedían más y más música. Al final quedó un score de casi una hora de duración, con 3 temas centrales que se cruzan entre sí, al igual que los personajes. Y tener a Luis Marías de director, te da la tranquilidad que todo va a salir como la seda, que puede estar o no de acuerdo con tus propuestas, pero todo se va a dialogar y se va a llegar a un entendimiento de inmediato.
 
 
 
- Por último, ¿cuáles son tus compositores favoritos?
 
 
Todos los buenos compositores son mis favoritos, no podría quedarme con un puñado de ellos. Cualquier estilo o época tiene sus grandes compositores. Y cada vez que empiezo un nuevo proyecto y tengo que investigar, descubro nuevos compositores y piezas que pasan a formar parte de mi lista de "favoritos".