César Benito

16.12.2013 00:00

- ¿Cuáles fueron sus inicios en la música, lo que le apasionó de ella?

 

Mi madre nos inició a mí y a mi hermana en la música de forma informal cuando yo tenía unos seis años creo recordar, pero no empecé los estudios en serio con una profesora particular hasta cumplidos los diez. Tenía dotes para la música, pero no me atraía nada estudiarla, ni practicarla. Todo se lo debo a la insistencia y apoyo de mis padres, que querían aunque fuera iniciarme en la música y luego ya decidiera por mí mismo.

Al terminar el COU dejé la música por los estudios de Ingeniería industrial, y no la volví a retomar hasta que acabé la carrera. Nunca ejercí de ingeniero porque realmente mi vocación era la música, sólo que tardé bastante tiempo en darme cuenta. Así que regresé al Conservatorio Superior de Música de Málaga para acabar los estudios de piano y composición, continué en el de Madrid y finalmente me fui a Boston para ampliar mis estudios.

 

 

- ¿Cómo fue su paso por la Berklee College of Music?

 

Estuve allí tres años maravillosos estudiando y disfrutando la música a tope. Es un centro espectacular porque te ofrece un sin fin de posibilidades para estudiar, organizar recitales y aprender continuamente interactuando con otros compañeros llegados de todos los rincones del mundo. Yo cursé un programa doble de film scoring y arreglos contemporáneos, pero además organizaba recitales con mis propias creaciones a menudo. Empecé de forma modesta con un combo de seis metales y fui aumentando la formación hasta llegar a dar un recital por todo lo alto con mi propia big band en el Berklee Performance Center. Además gané el premio a la mejor banda sonora del año con el corto de animación “The Snowman”, me otorgaron el premio “Arif Mardin Award” a mis méritos como arreglista y productor musical y gané el concurso de composición de la Commencement Ceremony con mi obra “Fanfare for the Common Student” que fue interpretada a lo largo de toda la ceremonia de graduación del año 2000. Recuerdo mi estancia en Berklee como un antes y un después en mi vida. Si fuera por mí me hubiera quedado estudiando allí toda la vida.

 

 

- ¿Dónde se siente más cómodo componiendo: en el cine, la televisión, o el teatro?

 

Empezar a componer para un proyecto audiovisual desde cero es igual de intimidado cualquiera que sea el medio. La diferencia radica en la forma de trabajar. Si estoy haciendo una serie de TV llega un momento en que adquiero un ritmo de trabajo, el stress disminuye y la paleta de ideas musicales se va ampliando aumentando así mis recursos y posibilidades, pero también hay que trabajar muy rápido, sin respiro, semana tras semana.

En el cine uno tiene más libertad para crearse su propio calendario de trabajo y organizar sus plazos. Yo por ejemplo gasto mucho tiempo en componer una colección de ideas musicales que me convenzan y luego llegado el plazo que me haya marcado, hago una criba y me quedo con los cuatro o cinco mejores temas y de ahí empiezo a construir la banda sonora prestando atención a lo que ocurre en las imágenes.

En el teatro no tengo tanta experiencia. He hecho varios mini-musicales en Los Angeles, siempre a contrarreloj, de la noche a la mañana y para eventos de poca relevancia, nada importante en lo que haya dedicado meses y meses, como a mí me gustaría hacer.

 

 

- ¿Cómo fue el proceso de grabación de las películas “Mía Sarah”, y “Vivir para siempre”?

 

En ambos proyectos trabaje de forma parecida, es decir, el director y yo hablamos sobre que enfoque tomar, estilo musical, en que escenas haría falta que la música apoyara la historia, etc. Seguidamente empecé a componer ideas musicales que le fui enseñando para su aprobación y por ultimo empecé a componer el tejido musical de la película hasta completarla.

 

 

- En televisión, se ha marcado unas bandas sonoras espectaculares, de una belleza exquisita, ¿qué nos puede contar sobre “Los Protegidos”, y “El Tiempo entre Costuras”, para mí, una de las mejores bandas sonoras del año?

 

Los Protegidos puede que sea el proyecto donde más me he divertido componiendo música, por la gran variedad de estilos musicales con los que jugué, desde música infantil hasta la persecución más agresiva, pasando por momentos desde muy románticos, hasta situaciones de suma hilaridad. Cada semana era una nueva aventura musical, y también me vanaglorio de que la partitura siempre fue evolucionando temporada tras temporada, empezando desde una música mas dulce y romántica en la primera temporada, tornándose un poco más “Twilight” en la segunda temporada y acabando en acción trepidante casi de película de horror en la tercera y última temporada, y siempre sin perder su identidad y siendo perfectamente identificable con esta serie.

El hecho de que tenía que grabar la música orquestal con una orquesta de verdad y la relevancia del proyecto ayudaron a que mi forma de trabajar en El Tiempo Entre Costuras fuera más parecido como lo hago cuando trabajo para una película. De hecho yo sentía como si cada capítulo fuera una nueva película, en vez de una serie yo la sentía casi mas como una saga.

 

 

- ¿Cuáles son sus compositores favoritos?

 

John Williams, John Williams y John Williams, y por ese orden! ; )